dimecres, 27 de maig del 2009

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Des de mi cama, con los ojos aun medio cerrados, alargo mi brazo y, con la fuerza del que se acaba de despertar, doy un ligero golpecillo a sus pequeñas varillas de metal. Ruido. Movimiento. Se balancea de un lugar a otro de manera desordenada. Me sorprende haber desencadenado tal tormenta en sus frágiles patitas y el ruido que desprende parecen hasta agudos grititos.
El caos dura exactamente 1 minuto 28 segundos. Entonces otra vez tranquilidad.
Y que bien actúa que parece que nada hubiera marcado un antes y un después de su existencia. Nada, solo quietud.



.Todo volverá a su sitio.


00:01:28:00


26/11/07