La chica de la playa se tumba un día más en la blanca arena.
La luz del sol traviesa sus párpados cerrados
Y sus manos se cierran para coger un puñado de arena.
Y escucha el mar.
Se pierde en su sonido y huele el momento en que el agua viene
Y se va.
Y de fondo el tren, otra vez el tren.
No lo ve, pero puede oír su rapidez
Y puede saber que lo ha vuelto a perder.
Piensa que quizás, con suerte, ese no era el suyo.
Y que ya vendrá.
.Seguirá escuchando para reconocer su llegada.
25/09/07
El taller d'Escriptura Narrativa, de nou
Fa 6 anys
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